Con unos tres meses de retraso a causa de la pandemia entró en operación en marzo de este año el proyecto Mina Justa, iniciativa mediante la cual Empresas Copec, y su filial minera Alxar, entraron de lleno a la gran minería en territorio peruano.
Sin embargo, y gracias a estrictos protocolos, la compañía ha logrado mantener a raya los contagios, y se encuentran camino a llegar a su capacidad de diseño, unas 150 mil toneladas de cobre cuya meta es alcanzar en 2022.
En paralelo, mantienen la búsqueda de nuevos proyectos tanto en Perú, donde tienen planificada una eventual expansión de Mina Justa, como en Chile, donde siguen de cerca la discusión respecto a la moción parlamentaria que persigue crear un royalty minero.
—¿Cómo ha sido este primer año de operación en Perú?
‘Ha sido una experiencia sumamente positiva, los profesionales peruanos son de muy alta calidad. Por suerte, no hemos tenido conflictos con comunidades, donde estamos ubicados hemos tenido una excelente relación; las ciudades más cercanas han vivido por varios años relacionadas con la minería, y para nosotros, dentro de lo más importante está el tema medioambiental, de seguridad y comunitario’.
—¿Les ha afectado la inestabilidad política en Perú?
‘Hemos desarrollado el proyecto de manera totalmente normal, nuestras preocupaciones son lograr una buena puesta en marcha, estabilidad en la producción, índices de seguridad positivos y en medio de la pandemia, la inestabilidad de los mercados en el mundo ha sido una preocupación, pero que en parte nos hemos visto beneficiados con el precio del cobre, en eso hemos estado enfocados’.
—¿Cuáles son las perspectivas que tienen para el mercado del cobre?
‘Esto tiene tres dimensiones, la primera fue la decisión de invertir en cobre, decidimos entrar de manera importante porque creemos en este commodity, y en su futuro como fuente relevante para el desarrollo de la economía mundial’.
‘La segunda dimensión es que sabemos que el cobre tiene alta variabilidad en los precios, pero el partir ahora el desarrollo de este proyecto no fue casualidad, teníamos nuestro análisis interno, y lo que decían los expertos es que a partir de 2020 se iba a producir una escasez a nivel global, que está aumentando fuertemente la demanda, que se suma a la baja constante en las leyes de los grandes yacimientos, y la dificultad de hacer nuevos proyectos’.
‘Una tercera dimensión es que efectivamente ha sido un valor más allá de lo que pensábamos; no sabemos cuánto va a durar, sabíamos que los precios estarían en un buen nivel, pero decir que estimamos que cuando iniciaremos la producción estuviera sobre US$ 4, era imposible de predecir’.
—¿Cuándo podrían anunciar nuevos proyectos?
‘Mina Justa fue un proceso largo, donde encontramos el yacimiento y el socio que estábamos buscando y con un montón de otras condiciones, por lo que queremos que el próximo proyecto de Alxar sea el primo hermano de este y eso es difícil, requiere paciencia. Hoy nuestra principal prioridad es rentabilizar nuestra inversión, alcanzar niveles de producción nominal con buenos costos’.
—¿Cómo ven la situación actual de Chile en esta búsqueda de nuevos proyectos?
‘En la medida en que aparezcan proyectos tenemos que hacer un análisis completo, respecto a la potencial rentabilidad y para eso todo lo que está en desarrollo va a ser relevante. Estamos en medio de un proceso de cambio, donde Chile está definiendo su futuro. Tuvimos muchos años de crecimiento con cosas que se hicieron bien, otras se pudieron hacer mejor y ahora estamos en un proceso de definir lo que queremos para el nuevo Chile y estamos muy confiados de que se va a respetar la institucionalidad y se van a definir reglas que permitirán sentirnos partícipes de este nuevo país como ciudadanía y, por otro lado, se va a permitir el desarrollo de la iniciativa privada’.
—Otra discusión es el proyecto de royalty, ¿ven espacio para aumentar la recaudación?
‘Siempre hay espacio para mejorar, no significa más royalty o más impuesto, puede ser impuestos de distinto tipo. Al final, la estructura y lo importante desde el punto de vista del inversionista es que la inversión tenga rentabilidad. Siempre hay espacio para mejorar, y si queremos operar en Chile, tenemos que comprometernos con el nuevo Chile, pero es muy importante la estabilidad, en un proyecto minero donde se invierten varios cientos de millones de dólares, la rentabilidad del pago de la inversión se da en el largo plazo, por lo que es importante conocer las reglas del juego y que se respeten’.